Tal día como hoy
Me llego la inspiración.
Entre mis manos la acune
Y ella a gusto se quedo.
Estuvimos charlando
Hasta el amanecer
Como siempre que me visita
Suele suceder.
Entre arrullos de palomas
Discutimos la prosa,
Nos reímos de mi vida,
De mi gusto por lo oscuro,
De lo siniestro de mi mente.
Vino vivaracha y festiva.
Cotilleamos con nocturnidad
Y alevosía.
- El corazón- me decía-
Es un bobo, cualquiera lo engaña.
- La mente- le dije- nunca se engaña.
Son unos vecinos que siempre regañan.
- ¿Quién gana?-preguntó ella.
- Depende d e ti.
- Yo, provengo del corazón, no soy imparcial.
Acaso la mente está tan enferma para no verlo.
- No, tú provienes del espíritu,
Que es el equilibrio entre el corazón y la mente.
Es la línea de su mutua comprensión.
- Y el espíritu ¿se deja engañar?
- No, porque en él están todas las verdades
Y todas las mentiras.
En el espíritu está todo unido.
- Ah, entonces, soy la mejor.
- Sí, pero nadie vive gracias a ti.
- Pero le dan sentido al vivir.
… Y así toda la noche.
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